Fragancias para cada estación: el perfume apropiado en primavera, verano, otoño e invierno
- Yonathan Gonzalez
- 27 abr
- 2 Min. de lectura

Introducción
Al igual que la moda y la gastronomía, el mundo de la perfumería tiene sus propias tendencias por estación. El calor, la humedad o el frío influyen en nuestra percepción del aroma. En general, solemos preferir fragancias más ligeras y frescas en primavera-verano, y aromas cálidos e intensos en otoño-invierno. A continuación, se describen las notas típicas de cada temporada y ejemplos de perfumes recomendados para sacar el máximo partido a cada clima.
Desarrollo
Primavera: Los días primaverales invitan a fragancias florales suaves y frutales. Notas como jazmín, azahar, peonía o fruta suave (melocotón, pera) combinan muy bien con el aire templado. Ejemplos: Marc Jacobs Daisy (flores blancas frescas), Lancôme Idôle (rosa, pachulí) o Dolce & Gabbana Light Blue (manzana, limón, campanilla) en su versión primavera. Estas fórmulas son ligeras, alegres y transmiten renovación, ideales para el florecer del año.
Verano: Con el calor predomina lo cítrico y acuático. Las aguas de colonia (con cerca de 3–6% de concentración) llenas de bergamota, limón, neroli o verbena son típicas de esta estaciónes.wikipedia.org. También las notas marinas o verdes resultan refrescantes. Ejemplos clásicos: Acqua di Gio de Armani (lima, cedro, marino) o Davidoff Cool Water (menta, lavanda, melón). Perfumes como CK One Summer o versiones afrutadas de Light Blue destacan en climas cálidos. La idea es que el aroma sea limpio, ácido o ligeramente dulce para contrarrestar la sensación de bochorno.
Otoño: Cuando bajan las temperaturas, las fragancias vuelven a tonos especiados y ambarinos. Notas de canela, clavo, nuez moscada o frutas maduras (uva, manzana cocida) expresan calidez. Un ejemplo es Yves Saint Laurent Black Opium (café, vainilla, flores) con su toque dulce-spicy. También regresan las fragancias orientales ligeras: agua de ambreta, vainilla o almizcle suavemente empolvadas. Perfumes gourmands o con pimienta rosa suelen sentirse apropiados en otoños suaves.
Invierno: Las estaciones frías permiten explotar aromas intensos y acogedores. Predominan las notas amaderadas (sándalo, cedro, vetiver) y especias profundas (incienso, pachulí, pimienta negra). Famosos ejemplos son Tom Ford Tobacco Vanille (tabaco, vainilla) o Dior Fahrenheit (leather, mandarina, madera), fragancias envolventes que perduran horas. Un perfume invernal suele ser EdP o Parfum para aprovechar su mayor concentración. Las maderas nórdicas y las resinas, a menudo con punta dulce de vainilla o almizcle, generan ese efecto de “abrigo olfativo” que contrarresta el frío.
Conclusión
No hay reglas rígidas, y por supuesto cada quien puede llevar la fragancia que desee en cualquier época. Sin embargo, adaptar el perfume a la estación ayuda a que se complemente mejor con el clima y nuestro estado de ánimo. En primavera-verano funcionan las fragancias frescas, cítricas o florales livianas; en otoño-invierno, las orientales, especiadas o amaderadas cobran protagonismo. Al probar un perfume nuevo, piensa también en la estación del año: en general, las notas ligeras y frutales refrescan los días cálidos, mientras que las notas densas y dulces abrigan en el frío. ¡Así tu aroma siempre fluirá en armonía con el aire que te rodea!
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